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Mostrando las entradas de septiembre 18, 2006

Contacto con lo supremo - Parte uno

El texto que presento a continuación intenta ser un recuento del camino que he tenido en los asuntos de la fe durante mi vida. En algunos párrafos menciono opiniones sobre religiones y filosofías y aclaro que no representan mi pensamiento actual, sino ideas, muchas de ellas locas, que vinieron a mi cabeza durante procesos de reflexión desde mi más tierna infancia. Exhorto al lector a que se acerque a las líneas teniendo muy claro que no intento ofender a nadie, ni herir susceptibilidades. Sólo trato de plasmar lo más fielmente posible lo que fui y mi posición actual se ve representada únicamente en el último párrafo de la segunda parte. Bienvenidos. “Ángel de mi guarda, de mi dulce compañía”, “Padre nuestro que estás en el cielo”, “Danos tu unción” o “ilumínanos y santifícanos” son algunas frases que, en especial, a los habitantes de Iberoamérica le suenan familiares. Estas expresiones son ampliamente utilizadas por grandes porciones de la población, sea como dichos, como fragmentos de

Contacto con lo supremo - Parte dos

En ese momento empecé a cambiar mi perspectiva del mundo entero. Mi dios ya no era coherente y mucho menos cuando, rompiendo con lo que nunca hice en mi tiempo de católico devoto, me dediqué a leer la Biblia para hallar luces sobre mi confusión. Fue peor, nunca entendí y aún no lo hago, la razón por la cual Dios, en pro de una tierra especial para “su pueblo”, patrocinó el asesinato de tantas personas y, de la noche a la mañana, cambió su parecer y mandó a su hijo único para perdonar los pecados del hombre y darle la salvación (¿los asesinatos de su pueblo no los había ordenado él mismo?)¿De cuándo acá Dios se equivoca y se arrepiente? ¿O estuvo en retiros espirituales y se dio cuenta de que aquellos a quienes tanto perseguía y destruía por pecadores ahora tenían que ser admitidos en su reino? ¿Estaba baja la entrada de almas al cielo y decidió flexibilizar el derecho de admisión? ¿O tuvo problemas de personalidad y después de sentir fascinación por la sangre comenzó a repudiarla? En e