Urbe y Existencia

Y es que no hay cosa que nos represente más (o al menos eso creo) que un bazar de barrio... y más si son organizados por la iglesia de la zona para recaudar fondos y cuentan con carpas de cerveza o gaseosa, bingo bailable, lechona, carne asada, salpicón con helado, empanadas, pollo sudado, fritanga, sobrebarriga, avena, masato y postres caseros. En un bazar se pueden encontrar múltiples manifestaciones de chibchombianidad: la orquesta sui generis conformada por un cantante, un corista y una organeta; el personaje loco o borracho que se baila todas las canciones; la familia en verano cuando no hay ni cinco de sol y la brisa fría se mete hasta los huesos; los anuncios de la comida hechos en cartulina; las promociones de última hora (cuando ya se va a acabar el bazar y no se ha terminado de vender el pollo con guiso); los jóvenes "play" a quienes les da "oso" que sus amigos los vean en el bazar, pero tienen que ir porque su mamá los obliga; los bailarines de cuanta can