Urbe y Existencia

El día comienza, el odiado despertador inicia su faena de pitos y vibraciones para terminar con mi adorado sueño... lo logra, Dios, hay una confusión de sentimientos... odio madrugar, pero amo el tener un buen trabajo y ser feliz en él... en fin, es la ley de la vida, el que no produce no come... me levanto y comienzo con mi rutina... Baño, ducha, orden, desayuno, carreras, monedas, mendigos, buses, relojes, más carreras, escaleras, oficina... El computador comienza con su cancioncita característica, el outlook muestra mensajes y asignaciones, un archivo organiza mi día, paso el tiempo entre proyectos, noticias y la ejecución de mil tareas... me gusta, soy feliz... almuerzo... más trabajo... termina el día... ya son las seis, hora de partir. Carreras, monedas, buses, frío, compromisos, negocios, visitas, amor, noche... Son ya las once de la noche y han terminado mis labores. He cumplido con un día más... sin embargo, antes de caer en los brazos de Morfeo aparece mi tormento, la razón d